En los últimos tres meses, México ha logrado una significativa reducción del tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos, con una disminución de hasta el 70 por ciento en las incautaciones de esta droga sintética. Este avance es un resultado directo de las políticas implementadas desde que la presidenta Claudia Sheinbaum asumió el gobierno, cumpliendo con uno de los compromisos clave que el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, exigió al gobierno mexicano.
Desde el inicio del mandato de Sheinbaum, el gobierno mexicano ha intensificado las medidas de control en las fronteras para frenar el tráfico de fentanilo, un opioide sintético de alta peligrosidad. De acuerdo con los datos oficiales, en el último trimestre se decomisaron cerca de 9 mil kilos menos de fentanilo, lo que indica una disminución significativa en el tráfico hacia el norte.
Además de la caída en el tráfico de fentanilo, las autoridades mexicanas también reportaron una reducción en el tráfico de metanfetaminas y heroína en un 45 por ciento, lo que refleja un esfuerzo coordinado entre ambos países para reducir el flujo de drogas hacia Estados Unidos.
El éxito de estas operaciones ha sido elogiado tanto por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) como por las autoridades estadounidenses, que continúan trabajando juntos para erradicar el tráfico de sustancias ilegales. En una videollamada reciente, Ricardo Trevilla Trejo, titular de la Sedena, agradeció a su contraparte estadounidense, Gregory M. Guillot, comandante del Comando Norte, por la colaboración en las labores de seguridad fronteriza y el aumento en las incautaciones de municiones y armas.
La coordinación entre México y Estados Unidos sigue siendo clave para enfrentar el tráfico de fentanilo, un problema que, según los expertos, sigue teniendo consecuencias devastadoras en ambos países. Con los esfuerzos actuales, se espera que la reducción continúe, cumpliendo así con las demandas de Estados Unidos y protegiendo a ambas naciones de los efectos negativos del narcotráfico.