Con 105 votos a favor, 16 en contra y una abstención, el Senado de la República aprobó la Estrategia Nacional de Seguridad Pública 2024-2030, un instrumento clave del Gobierno de México diseñado para abordar la seguridad y la paz social en el país.

El presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, informó que, antes de la discusión en el Pleno, se había realizado la comparecencia de Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, ante la Comisión de Seguridad Pública y la Junta de Coordinación Política (Jucopo). Esta comparecencia cumplió con los requisitos establecidos en el artículo 76 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como con el acuerdo de la Jucopo aprobado previamente el 24 de abril.

Ejes fundamentales de la estrategia: Prevención, investigación y coordinación

La estrategia se fundamenta en cuatro ejes clave: la atención a las causas de la violencia, la consolidación de la Guardia Nacional, el fortalecimiento de la inteligencia y la investigación, y una coordinación absoluta entre las autoridades federales y locales.

El objetivo es reducir la incidencia delictiva, neutralizar a los generadores de violencia y fortalecer la proximidad social de las policías locales, todo con un enfoque en la prevención y la justicia. La implementación de nuevas tecnologías en inteligencia e investigación será crucial para anticipar y combatir las conductas delictivas y los crímenes organizados.

Construcción de la paz a través de la atención a las causas

Un aspecto destacado de la estrategia es que, para construir la paz, no basta con perseguir delitos. Es fundamental atender las causas que originan la violencia y la delincuencia, como la pobreza y la falta de oportunidades. La recuperación del espacio público y la creación de oportunidades de desarrollo en educación y empleo digno son elementos esenciales para fortalecer la cohesión social.

Apoyo y críticas a la estrategia: Diversidad de opiniones

En su intervención, la presidenta de la Comisión de Seguridad Pública, Jesús Lucía Trasviña Waldenrath, subrayó la necesidad de la participación activa de todos los mexicanos para lograr la paz, destacando que la estrategia introduce nuevos modelos de actuación para asegurar una paz duradera en México.

Luis Fernando Salazar Fernández, del partido Morena, apoyó la estrategia y destacó que se enfoca en atender las causas de la violencia, además de fortalecer las capacidades de la Guardia Nacional y mejorar la coordinación con los estados.

Sin embargo, Francisco Javier Ramírez Acuña, del PAN, criticó la estrategia, calificándola como “un rosario de buenas intenciones” que carece de acciones concretas. A pesar de sus críticas, su bancada respaldó el proyecto para dar a las fuerzas de seguridad las herramientas necesarias para enfrentar la violencia.

Miguel Ángel Riquelme Solís, del PRI, también expresó su preocupación por la creciente militarización del país, advirtiendo que la estrategia podría ser una repetición de los errores del pasado, sin controles judiciales adecuados.

Por otro lado, Luis Armando Melgar Bravo, del PVEM, elogió la estrategia como integral y transformadora, destacando su enfoque en la atención a las causas de la violencia y la consolidación de la Guardia Nacional.

Clemente Castañeda Hoeflich, de Movimiento Ciudadano, reconoció que, a diferencia de las propuestas anteriores, esta estrategia tiene un enfoque más técnico y estructurado, aunque destacó que aún faltan abordar temas como las personas desaparecidas y el fortalecimiento de las policías locales.

Conclusión: Un paso crucial para la paz y seguridad en México

La aprobación de esta Estrategia Nacional de Seguridad Pública 2024-2030 marca un paso decisivo en la consolidación de un México más seguro y pacífico. Su éxito dependerá de la cooperación entre las autoridades de los tres niveles de gobierno y la sociedad, y de la implementación efectiva de las acciones y políticas propuestas.