Durante la entrega de tarjetas de la Pensión Mujeres Bienestar, en compañía del gobernador de Durango, Esteban Villegas, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ofreció un contundente mensaje de orgullo nacional y soberanía. En su intervención, la mandataria criticó a los expresidentes que miraban al extranjero como modelo a seguir, y afirmó con firmeza que México es un país libre, independiente, soberano y democrático, que cada día busca más la justicia.

México, un modelo a seguir

Sheinbaum destacó que, mientras en el pasado muchos líderes mexicanos imitaban al modelo estadounidense, hoy la transformación se basa en el mérito y la identidad propia.

“Que se oiga en todo México y en el mundo entero: México es un país libre, independiente, soberano y democrático, y cada día buscamos más la justicia”, afirmó.

La presidenta subrayó que la grandeza de México reside en la autenticidad de su pueblo y en la capacidad de sus instituciones para defender su soberanía sin ceder ante injerencias externas.

La estrategia contra el narcotráfico inspirada en México

En una referencia directa a la política exterior, Sheinbaum recordó una reciente conversación con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. “En una de nuestras llamadas, le propuse una campaña contra el uso de drogas, y Trump dijo que les iba a copiar a los mexicanos”, comentó, evidenciando cómo la creatividad y el enfoque mexicano se están convirtiendo en referencia para otros países.

Reconociendo el valor de las remesas y la economía mexicana

La presidenta también resaltó la importancia de los mexicanos que viven en Estados Unidos, señalando que, aunque enviaron más de 60 mil millones de dólares en remesas el año pasado para apoyar a sus familias, ese monto representa solo el 20% de la riqueza que generan, mientras que el 80% se queda en territorio estadounidense. “Estados Unidos no sería lo que es sin nuestros compatriotas trabajando allá. Siempre los protegeremos y, si deciden regresar, los recibiremos con los brazos abiertos”, afirmó Sheinbaum, reconociendo la contribución vital de la diáspora mexicana.

Un llamado a la identidad y el cambio

La mandataria concluyó su intervención recordando que el camino de la transformación se construye con orgullo y con el reconocimiento de que México es único. “Jamás debemos pensar que no somos el país más grandioso sobre la tierra. Todo lo contrario”, afirmó, dejando en claro que la transformación de México se basa en la unidad y en el respeto a sus raíces y a la justicia para todos.