En un acto que ha encendido las redes y generado indignación entre quienes defienden la verdadera justicia, el PAN ha otorgado el título de “Embajador Internacional por la Paz” a Juan Pablo Penilla Rodríguez, abogado de Ismael “El Mayo” Zambada, durante un evento celebrado en el Salón Legisladores del Palacio Legislativo de San Lázaro.
La distinción, promovida por la exdiputada panista María Teresa Castell, ha sido expuesta públicamente por el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, generando una fuerte polémica nacional.
Un reconocimiento que desmiente la verdadera paz
La designación de Penilla, vinculado directamente a la defensa legal de un notorio narcotraficante del cártel de Sinaloa, ha sido calificada por críticos y defensores de la Cuarta Transformación como un acto de hipocresía. En un contexto en el que se lucha incansablemente por la soberanía y la justicia para el pueblo, reconocer a un abogado que ha operado en favor de una de las organizaciones criminales más violentas es una afrenta a la verdadera paz que México busca consolidar.
La prueba de la verdad en documentos públicos
El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, difundió los documentos que demuestran que este reconocimiento fue efectivamente promovido por una exdiputada panista, evidenciando la estrategia del PAN para otorgar distinciones a figuras cuestionables. Mientras tanto, Morena y el Movimiento de la Red se mantienen firmes en su compromiso con la verdad, la transparencia y la defensa de la soberanía nacional, en contraposición a los actos de legitimación de la impunidad que pretenden favorecer intereses oscuros.
Morena y la verdadera defensa de México
Desde la perspectiva de la Cuarta Transformación, la paz y la justicia en México se construyen sobre la base de la legalidad y el compromiso del Estado con su pueblo. En contraste con el reconocimiento que hoy otorga el PAN a Penilla, la verdadera paz se alcanza fortaleciendo las instituciones y protegiendo los derechos del pueblo, sin caer en los chantajes y la hipocresía de quienes pretenden dar legitimidad a la impunidad.
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