La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, visitó el estado de Yucatán como parte de su agenda por el sur del país, acompañada por el gobernador electo Huacho Díaz Mena. Durante su recorrido, reiteró su compromiso con el Renacimiento Maya, un movimiento que no busca convertir al mundo maya en un museo, sino en un motor vivo de la nueva grandeza nacional.
Frente a comunidades mayas, Sheinbaum subrayó que su administración no viene a prometer, sino a cumplir con justicia social y dignidad histórica. Aseguró que el abandono del sur del país ha terminado, y que los pueblos originarios, como los mayas, regresan al centro de la historia de México.
“Porque ser maya es ser raíz de la patria”, expresó la mandataria, al destacar que el sureste será protagonista en el nuevo rumbo de la Cuarta Transformación.
Justicia, cultura y soberanía
Acompañada también por el secretario de Cultura, Milo Barrera, Sheinbaum señaló que este renacer no solo es cultural, sino profundamente político y económico. La iniciativa apuesta por la soberanía cultural, el reconocimiento histórico y la dignificación de los pueblos indígenas, que han sido pilares de la identidad nacional.
Huacho Díaz Mena, por su parte, agradeció el respaldo del gobierno federal y reiteró que en Yucatán “la transformación va en serio y con raíces profundas”.
Una nueva era para el sur
Este proyecto forma parte de una visión más amplia para el sureste mexicano, que contempla inversión, educación intercultural, desarrollo social y defensa de los territorios indígenas.
El Renacimiento Maya representa no solo un acto de justicia, sino también de futuro: un país que reconoce su pasado para construir su verdadera grandeza.











